Un paseo por el campo es una experiencia muy rica para los caballos, si se hace a su manera. Les gusta ir despacio, investigándolo todo. Observan mucho pero, sobre todo, huelen mucho. Huelen las plantas, mordisqueando las que están en su punto (que van cambiando cada día); huelen el camino, para ubicarse y ver quién ha pasado por ahí; huelen las heces de otros caballos, lo que les da información de si es conocido o desconocido, si es macho o hembra, su estado, etc.; huelen el aire, que les dice si hay un árbol con frutos maduros cerca, agua, otros caballos, etc.

No sólo es importante el ejercicio físico. Si les permitimos “ser caballos”, estaremos estimulándolos mentalmente también. La “búsqueda” (o “SEEKING”) es uno de los sistemas emocionales fundamentales (1). Permitirles que lo desarrollen, ayuda a que tengan mejor calidad de vida y sean individuos más equilibrados. ¿Qué hace falta para eso? Nada especial: rienda larga y no tener prisa.

(1) Los 7 sistemas emocionales definidos por J. Panskepp